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Estilos de vida y cambios de valores en el hombre metrosexual  (fragmento)

“Por que ellos también lo valen

En las últimas décadas, la sociedad ha venido experimentado una serie de transformaciones socioculturales, económicas y políticas que han derivado en importantes consecuencias para el mercado y el consumidor.
Sin duda alguna los cambios socioculturales han sido los más marcados, la primera etapa de esta evolución, tuvo como protagonista a la mujer como consecuencia de su incorporación al mundo laboral y la asunción de roles que, hasta hace poco, se consideraban eminentemente masculinos. De esta forma, y ante el deseo de equipararse al hombre, la mujer ha asumido los valores del éxito, ha logrado su independencia económica y es dueña de sus propias decisiones que afectan a su modo de vida. Es precisamente esta ruptura de los valores masculinos y femeninos tradicionales lo que ha provocado una reacción cultural en los valores masculinos y en la evolución de la imagen del hombre.
La evolución masculina se inició mediante un nuevo modelo de hombre más afectuoso y liberal, que no le importa sentirse equiparado al sexo opuesto, comparte las decisiones de responsabilidad y es consciente de que tanto él como la mujer deben compaginar el trabajo con las tareas domésticas.
Sin duda el auge del concepto del hombre  metrosexual, y el cambio en los patrones de consumo que conlleva, es una de las tendencias que está contribuyendo al crecimiento de las categorías de Cuidado Personal. Así lo constata ACNielsen en un estudio publicado en Mayo de 2004 sobre Mercados en Crecimiento alrededor del mundo – Cuidado personal, en el que se muestra que las ventas de productos de cuidado personal dirigido a los hombres crecen más rápido que los orientados a la mujer. Si antes el hombre se conformaba con los productos de aseo básico como un after shave, ahora ha comenzado a utilizar bálsamos adecuados a su tipo de piel, cremas antiarrugas e incluso los más lanzados se atreven con algunos productos de maquillaje.
Los hombres metrosexuales tienen ahora un perfil muy postmoderno, cuyas características esenciales se basan en la preocupación por la apariencia física y por la imagen que proyectan ante los demás, que explora su lado femenino pero sin abandonar su estatus de hombre.
«¡Quiero ser como Beckam!» es el lema de todo aspirante a metrosexual. El jugador madridista David Beckam se ha convertido en el icono por excelencia de esta nueva tendencia, no sólo por ser joven, guapo, rico, atractivo, vivir en una gran ciudad y  tener éxito con las mujeres, sino, por que  conoce a la perfección los últimos avances de la moda y la belleza y lo más importante es que no le importa que se sepa. Otros representantes de esta causa que encabezan la lista de los 10 primeros puestos son Brad Pitt, Tom Cruise, George Clooney y Justin Timberlake.

Revolución Tecnológica: Influencia y auge de las redes sociales (Fragmento)

Antecedentes Teóricos
Actualmente nos encontramos en un mundo inmerso por la los avances tecnológicos y las nuevas industrias, cuando se piensa en tecnología implica que hablemos de actualidad y modernidad , aunque es un tema tratado desde hace mucho tiempo atrás, ahora,  lejos de ser abandonado y echado a su suerte, la tecnología ha revolucionado la vida de las personas, actualizando sus nuevas posibilidades y capacidades de desarrollo, dándole cabida al conocimiento de nuevos mundos, nuevas culturas y maneras de comunicarse. Todo este cambio, sin duda alguna está provocando un aumento en la capacidad comunicativa del hombre, una manera de pensar y visionar algo fuera de lo común, la manera como enfrentamos el universo del conocimiento, relaciones sociales, profesionales , personales, y en general  todas las áreas en las que el hombre necesita intervenir.
Cada persona en su esfera humana, debería reconocer el nivel de profundidad del componente tecnológico de su vida, de esta manera podrán conocer sus derechos como consumidores de esta sociedad que muchas veces es engañosa y nos vislumbra con realidades banales. Es necesario, saber hasta donde somos capaces de llegar con el modelo tecnológico de nuestra sociedad actual, que sea aplicado de una manera justa y coherente.
Es evidente que la tecnología está al servicio de todas las personas, pero ¿realmente estamos preparados para enfrentar el desarrollo de las nuevas tecnologías y los nuevos cambios de un mundo que avanza de manera acelerada dándole apenas tiempo a la sociedad para adaptarse a ello?
La tecnología y su difusión usualmente es utilizada en muchos países para medir el grado  de desarrollo que alcanza, originando así la marginación de países ricos pobres, beneficiando a unos y perjudicando a otros con relación al nivel de vida de la personas.
Hablando pues de una racionalidad aplicada, La ciencia y la tecnología son componentes que indudablemente han contribuido con el desarrollo humano, desde la creación de herramientas para solucionar problemas, hasta permitirle al hombre conocer las distintas materias por las que se ha interesado, la sistematicidad de la ciencia y su riguroso método universal que le periten al hombre buscar con mayor certeza la verdad, y la tecnología por su parte en tanto técnica y eficacia le permiten al hombre llevar a cabo adelante los más asombrosos proyectos.

Crónica

Fiesta corrida, disfraces y maicena ( Framento)



Esta Crónica no hubiera podido ser  escrita por un barranquillero, ni mucho menos por un cachaco, no tendría los mismos toques, ni el mismo sabor que le doy yo, una vallenata clásica, que aunque rumbera, no es de mucho carnaval, o bueno no lo era  antes de haberlos vivido este año, que no le gusta el desorden, ni los tumultos, ni los vendedores de espuma, ni los chuzitos de gato que venden en cada esquina de la vía 40.  Yo que siempre he estado acostumbrada a las fiestas calmadas, donde todas las mujeres se entaconan y los hombres usan guayabera, tuve que Cambiar mi estilo y percepción cuando me embarque en este rollo  de “vivir los carnavales”.

Lo más cercano que viví a mis fiestas peculiares de realengo, fue la fiesta en el club campestre que inició el viernes de carnaval, bastante relajado para lo que esperaba, cientos de personas con su vestimenta colorida, disfraces locos y llamativos y caretas extrañas. El ambiente realmente fue  calmado, diferentes agrupaciones hicieron gala de una digna noche de carnaval, donde bailé salsa de Víctor Manuel, vallenato de Peter Manjarres, y el  show y espectáculo caricaturesco que nunca falta proporcionado por el tan sonado Dangong, que brilló y trinó en todas las fiestas y todos los días, que agite por cierto, y yo que de si por si que crecí en Valledupar, me estaba cansando ya.
El balance de esa noche fue perfecto, hasta el tocado con flores azules, fucsias y doradas que lleve puesto ese día, que llego un tanto caído casi al amanecer , sobrevivió.
Al día siguiente con las mismas o más ansias creo yo, me preparé para la famosa Batalla de Flores que tanto alarde hacen de ella, y rumbo a la vía 40 fui a parar, en compañía de un grupo de amigos que se las sabían todas, barranquillerisimos hasta los dientes. El despliegue que mencionare a continuación fue el resumen breve que someramente puedo hacer de todo lo que me encontré camino al palco donde me iba a instalar. La buti, la buti,  la buti me gritaba una mujer casi que en el tímpano, los negros estos pintados que se te acercan y te piden plata, el vendedor de sombreros que aprovecha y te lo vende a 30 mil pesos, el picó en la puerta de la casa con los abuelos bailando, el grupito de niños haciendo guerrita de espuma fue abrumador, sumado a eso el calor que se hacia mas intenso, y el sol queriendo también bajar y hacer fiesta con nosotros.
Cuando logré sobrevivir a todo eso y entrar al palco, me di cuenta que empezaba a relajarme, la cuestión estaba más breve, pensé que estaría mas a salvo de la cotidiana maicena y el agua, que aunque le busque no le encuentro sentido a eso de comprar una caja y llenarme toda hasta verme completamente blanca, una concepción bastante extraña de diversión y desorden, que solo la comprenden los propios de Barranquilla. Una vez ahí, no pude esperar a que empezara a pasar el desfile. De inmediato y a lo lejos se veían como hormiguitas, cientos de cositas moviéndose muy coloridas, no eran cositas eran personas, comparsas que iniciaron bailando, con sus disfraces, coreografías y movimientos muy marcados, con extremada coordinación, parecían de mentiras, las mujeres perfectamente arregladas, caras maquilladas, vestuarios exóticos y llamativos y ni mencionar de el tamaño de los tacones que tenían, era impresionante ver como en medio del sol y a las tres de la tarde cuando la temperatura era bastante caliente, lograban mantener la sonrisa en sus rostros, cero amarguras y ni pizca de cansancio, fue entonces cuando comprendí que quien lo vive es quien lo goza, y que para estar viviéndolo de cerca y experimentarlo como un bailarín hay que tener sobre todo pasión.
Las carrozas, quizás fue uno de los elementos que más me llamo la atención, la recreación viva de elementos que incorporan a estos camiones que los hacen ver fascinantes, adornos extravagantes, cabezas que se movían, dragones, flores gigantescas engalanaban a cientos de artistas que venían en ellas, cada una con cantantes urbanos, salseros, actores de televisión, y presentadores que se la gozaban por lo alto.
La carroza de la reina del carnaval, la más grande y espontanea, colorida y atrevida, ella muy sonriente y con ese ánimo y soltura que deben acompañarla durante todo su recorrido estuvieron presentes, con la sonrisa de mil colores, que dice por detrás:  “estoy cansada, que se acabe esto”, pero que va, todo lo contrario, una sonrisa que si fue fingida se notó muy natural,  admiraba su entereza, su fuerza y vivacidad, una representación muy digna de su ciudad. Y su comitiva, la más larga de todas, quizás iban todos sus amigos de colegio, sus llaves, su familia y hasta conocidos, eso si, el vestuario de pelos, se veían sensacionales, a todo dar, ellos aunque se percibían un tanto cansados, la sonrisa si era sincera y orgullosa por que iban en la comparsa  de la reina, y hay de quien no los mirara hacer todas su muecas.





Los retos del profesional de la comunicación estratégica y organizacional en el actual contexto digital

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